El líder empresarial: ¿Cómo transitar entre el control y la flexibilidad?
En el liderazgo empresarial, existen dos “escuelas”. La vieja escuela basada en el control –que se enfoca en dar órdenes, seguir estrictamente los planes y confiar en el instinto– y la nueva escuela basada en la flexibilidad: que se enfoca en hacer preguntas abiertas, ajustarse a nuevos fines a medida que surge nueva información y depender de datos para hacer decisiones. Sin embargo, en un ambiente empresarial marcado por lo digital, es crucial que un ejecutivo exitoso sea bueno en ambas formas. Entonces ¿Cómo son estas tensiones entre ambos estilos de liderazgo y cómo se pueden navegar?
En la vieja escuela, los líderes tenían experticia profunda y niveles de competencias incrementales. En la nueva escuela, los líderes están abiertos a aprender de otros. Para equilibrar esto, el líder debe usar su experticia para los retos, pero aceptar las limitaciones de esta y abrirse a nuevos conocimientos: sobre todo en tiempos digitales.
En la vieja escuela, los líderes tenían fuertes convicciones y consistencia al tomar decisiones. En la nueva escuela, la capacidad del líder de adaptarse o cambiar curso ante nueva información es una fortaleza. Si esta tensión no se maneja, el líder puede ser muy rígido por un lado o sumamente laxo por el otro. Similarmente, en la vieja escuela el líder debe tener planes operacionales bien definidos. En la nueva, el líder debe tener una visión hacia la cual dirigirla. Balancear esto también es importante: por un lado, proveer una guía para la empresa y por otro asegurar que la visión no sea irreal o intangible.
En la vieja escuela, el líder debe dirigir desde arriba y tomar las decisiones. En la nueva, el líder busca empoderar a otros para lograr las metas. La clave está, por un lado, en no marginar o alienar al talento y por otro para no minar la autoridad propia. Similarmente, la vieja escuela plantea al líder como alguien que dice qué hacer y cómo hacerlo. En la nueva escuela, el líder escucha a otros antes de hacer una decisión. Si no se escucha, se pierde información importante. Pero si no se indica, se pierde la oportunidad de aplicar el conocimiento propio.
En la vieja escuela, el líder debe hacerle caso a su intuición. En la nueva, el líder debe basar sus decisiones en datos. Sin balancear esto, el líder puede tomar decisiones basadas en información anacrónica por un lado o ignorar los aprendizajes valiosos de experiencias pasadas por el otro.
En la vieja escuela, el líder debe ser perfeccionista con el producto final. En la nueva, el líder considera que hacer las cosas rápido es más importante que el perfeccionismo. Por un lado, podría retrasar iniciativas importantes. Por otro, podría producir resultados vergonzosos.
El tweet
El artículo
En este estudio de tres académicos ecuatorianos, se analiza el liderazgo como punto de partida fundamental en el éxito de las empresas. El estudio analiza las potenciales del liderazgo a través de sus diferentes estilos y sus implicaciones para la gestión, como muestra este gráfico:
El indicador de la semana
Aunque no es formalmente un indicador, el Leader Behavior Description Questionnaire (LBDQ), es una herramienta creada por la Universidad de Ohio que permitirá preguntar a los colaboradores de un equipo determinado sobre la conducta del líder con el objetivo de prever comportamientos ante situaciones específicas como la resolución de conflictos o la comunicación asertiva.
Conclusión
Los líderes necesitan la ambidestreza para moverse entre las dos tensiones. Por un lado, el líder deberá entender y estar consciente de sus tendencias naturales: las zonas de confort y sus posiciones usuales. En tiempos digitales, el líder puede hacer una introspección por medio de aplicaciones de feedback en tiempo real.
Por otro lado, el líder debe aprender, adaptarse y practicar. Cuando conocen sus tendencias naturales, los líderes pueden buscar desarrollar micro-comportamientos y participar en un coaching formal. Finalmente, el líder efectivo no debe solo incorporar nuevos comportamientos: debe ser consciente del contexto y tener inteligencia emocional: por ejemplo, tomando lecciones de sus empleados y así poder transitar efectivamente los diferentes estilos de gestión.
Tres recomendaciones finales de esta entrega
Recomendamos este video del Jack Welch Management Institute en el que Jack Welch, el CEO de General Electric (1981-2001), habla sobre la buena gestión empresarial.
"Leading People and Teams" - Cursos gratis de la University of Michigan en Coursera sobre como liderar empleados y manejar talentos.
Un artículo de Mckinsey: "Elegir el crecimiento, el Plan de Acción del líder", sobre los elementos en común de los líderes que logran que sus empresas crezcan.