Enfrentando a Goliat 🧟 El impacto de los impuestos municipales en las empresas
Aún luego de la Ley de Armonización, los impuestos municipales representan uno de los principales desafíos de las empresas por gravarse sobre las ventas y no sobre las ganancias netas de los negocios.
En un mundo globalizado e interconectado, la mayoría de los gobiernos democráticos del mundo han apostado por crear ambientes fiscales que promuevan la innovación empresarial y el bienestar ciudadano, reduciendo impuestos para atraer inversión extranjera y potenciar la productividad de pequeñas y medianas empresas. En Venezuela, sin embargo, los incentivos para las empresas de pequeño y mediano tamaño no han significado una promoción de exenciones fiscales.
Luego de una aguda caída en los ingresos fiscales del gobierno entre 2014 y 2020, la voracidad fiscal ha escalado en los últimos años: subiendo la recaudación de unos $150 millones mensuales promedio en 2019 unos $460 millones en 2023. Esto ha sido posible gracias a la aplicación de nuevos impuestos como el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) y monitoreando el estricto cumplimiento del IVA e ISLR.
También, se le ha permitido a los municipios incrementar sus ingresos propios presionando a las empresas con el Impuesto a la Actividad Económica –gravado sobre los ingresos brutos–, impuestos catastrales o parafiscales, como el pago de servicios de aseo o contribuciones sociales requeridas. Todos ellos suman un impacto total promedio del 50% sobre los beneficios netos de las empresas, con algunos casos extremos en rubros o ciudades específicas en los cuales este impacto supera el 60%: muy por encima del promedio regional de 30%. Aunque la nueva Ley de Armonización Tributaria ha buscado aplacar esto, todavía permite un rango muy alto de impuestos de hasta 3% sobre los ingresos brutos (ventas meramente, no resultados financieros neto). Un rango ideal debería estar en torno al 1% ya que el país apenas se encuentra en una etapa de recuperación temprana de la mayor crisis económica de nuestra historia.
Entonces, ¿cómo nos enfrentamos a un monstruo fiscal tan insaciable?
Tasa efectiva de impuestos sobre ingresos netos de empresas formales en países de la región
6 claves para operar en este contexto
Para enfrentar la voracidad fiscal, las empresas deben asesorarse –o educarse– para diseñar una estrategia fiscal eficiente y que permita cumplir las obligaciones fiscales sin que los impuestos impacten excesivamente en la rentabilidad del negocio.
Para hacerlo, se necesitará una planeación con suficiente tiempo de antelación –limitando los pagos o cálculos a última hora– y asesorías adecuadas que disminuyan el peso tributario sobre la empresa.
Para tomar decisiones sobre cual línea de negocios priorizar, se debe cuantificar el impacto fiscal sobre cada una –por ejemplo, unidades de producción, distribución o retail– y evaluar en cuales de estas la carga fiscal tiene un mayor peso en la rentabilidad.
La adaptabilidad a nuevos tipos de impuestos y la cuantificación de impacto a lo largo de toda la cadena de valor es crucial. Por ejemplo, evaluar el impacto de los Impuestos sobre Actividades Económicas municipales o el IGTF en tus negocios o los de tus proveedores y priorizar los pagos que no se vean afectados por el nuevo impuesto, sin descartar medios de pago como el cash o las transferencias externas.
Construir una estrategia fiscal que no sólo sea eficiente sino sostenible: es decir, cumpliendo las obligaciones fiscales sin violar el marco legal y así no incurrir en penalizaciones del estado.
Un indicador clave: Hacer seguimiento al peso del pago de todos los impuestos y contribuciones parafiscales sobre los beneficios netos del negocio, para ver si estás por encima del promedio del mercado –entre 50% y 60%– y priorizar la toma de decisiones en este sentido.
¿Cambiará en el corto plazo?
Si bien por un lado nuestro país tiene la tasa de recaudación más baja en la región, por otro lado es de los que muestra mayor tasa efectiva en el cobro sobre los beneficios netos de las empresas. ¿Por qué ocurre esto? La combinación de baja formalidad laboral –75% del mercado laboral– y baja dolarización financiera en la banca nacional (apenas uno de cada cinco dólares está dentro del sistema financiero) complejizan el cobro de impuestos en Venezuela, haciendo que los pocos negocios formalizados se lleven un impacto fiscal mucho mayor que el de las empresas de otros países latinoamericanos.
Esto ha hecho que Venezuela esté por encima del promedio regional en ISLR (34% vs 26.5% en América Latina), levemente por encima en el IVA (16% vs 15.1%), y consistentemente encima de los promedios en impuestos municipales (2.5% frente a promedio en economías centroamericanas de 1.1%). Lo mismo sucede con los impuestos prediales y pagos parafiscales.
Para cambiar esta realidad es necesario generar confianza en el uso de los recursos de las instituciones públicas y asegurar transparencia en la ejecución de los fondos para conseguir la ansiada reciprocidad fiscal: la percepción ciudadana de que se está recibiendo algo a cambio del pago de impuestos. Estos no suelen ser procesos rápidos; pero las empresas no se pueden quedar sólo en el entendimiento del problema y deben abogar por soluciones.
Recomendaciones
Un capítulo del podcast de nuestro director, Asdrúbal Oliveros, Tertulia y Dinero en el que hablan del impacto de los impuestos en las empresas
También un capítulo de nuestro podcast, Enfoque Ecoanalítica, en el que hablamos del contexto empresarial venezolano y cómo operar en él, considerando el alto cobro de impuestos, la ausencia de financiamiento y el incremento general de costos:
Aunque la nueva Ley de Armonización Tributaria busca “poner en cintura” fiscalmente a los gobiernos municipales y regionales, existen críticas porque no ataca la voracidad fiscal del gobierno central y estandariza la tributación en realidades socioeconómicas vastamente diferentes — en vez de generar reglas para regularlas. Este reportaje de TalCual lo explica.
Sobre estos temas, participa en nuestro próximo #DesayunoEcoanalitica y explora con nosotros el entorno fiscal de Venezuela. Conversaremos sobre las últimas regulaciones tributarias y las estrategias a seguir para resguardar tu negocio ¡Inscríbete ahora!
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